Dominio .com.uy + Google Apps

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Han pasado mil años desde mi último post, y sí ... la vida con bebes mellizos no deja mucho rato para postear.

Hoy escribo para comentar mi experiencia a la hora de registrar un Dominio .com.uy (a través de AntelData) y su integración con los Google Apps.

Estaba a la búsqueda de un servicio de e-mail propio y como hace tiempo vengo usando Gmail, pensé que era una buena idea usarlo como proveedor de e-mail, sobre todo porque los Google Apps no solo te ofrecen e-mail para tu dominio, sino que también de yapa viene junto a Google Docs, Google Calendar, y Google Sites.

En mi caso, la necesidad especifica era la de proveer un servicio de e-mail confiable, y creo que GMail cumple con ese requisito a rajatabla. El uptime (tiempo de actividad) del servicio es muy bueno, y el filtro anti-spam es excelente.

Paso siguiente, registrar el dominio. Al principio consideré la idea de una .com simplemente porque son más baratas y de alcance mundial, pero lo cierto es que las necesidades que teníamos eran de un dominio local, porque el servicio está apuntado exclusivamente a nivel local. Pensaba encontrarme con muchas trabas y complicaciones para registrar mi dominio, además de un precio más elevado del que realmente fue.

El precio de los dominios .com.uy en la actualidad está en $ 485 anuales (unos 23 dólares). Más caros que una .com que ronda los 10 dólares, pero menos de lo que supieron estar en algún momento en que salían cerca de 45 dólares.

El proceso de registro del dominio realmente fue bastante sencillo, la nueva interfaz que provee AntelData es sencilla y bastante amigable. Pienso que cualquier con un mínimo de conocimientos puede registrar un dominio sin mayores problemas.

En definitiva, en pocos minutos ya tenía mi dominio registrado y pude comenzar a configurarlo. En menos de 24 horas, una vez que estuvo propagado, logré apuntarlo para que utilizara el correo de Google Apps, tan solo con las instrucciones que provee Google para tal fin.

Al poco tiempo, vino la siguiente etapa, montar un website sencillo y rápido (tenía menos de 10 días para ponerlo online). Para esto y sin pensarlo mucho, me tiré a crear un site con Google Sites para ver las posibilidades del mismo.

En términos generales, Google Sites te provee una herramienta para montar un sitio medianamente funcional en corto plazo. Es sencillo, bastante práctico, pero también bastante restrictivo (no hay posibilidad de referenciar archivos de JavaScript ni CSS, ni tampoco de incrustar javascript en las páginas) y con un cierto gusto a poco (lo que tiene está bueno y funciona, pero te deja atado de manos ante cualquier cosita que te quieras salir apenas del paquete).

No poder utilizar más de los tipos de letra que vienen predeterminados (5 o 6 máximo) por ejemplo, es un poco poco para mi gusto. El hecho de no poder aplicar libremente hojas de estilo, también le quita mucho poder a la hora de crear un look & feel más profesional.

En definitiva, y si uno recuerda que es una herramienta 100% gratuita, tampoco se puede quejar demasiado.

El único punto que casi me saca canas verdes, fue el de que Google Sites no permite redireccionar el naked domain (es decir el dominio contratado sin el www) a uno de sus sitios. Esto se podría lograr facilmente redireccionando desde la administración del DNS de AntelData, pero no encontré como hacerlo, y por lo que leí en la web, parecería que no está habilitada dicha funcionalidad.

Cuando ya me estaba dando por vencido y estaba por aceptar que mi naked domain quedara con un desagradable error 404 (página no encontrada), encontré la luz en una página de uno de los referentes de la comunidad de Google Sites al parecer, Steegler.

If your domain provider does not support naked domain redirection or forwarding then just make an A record of @ and point it to 174.129.25.170 as this is a free redirection service offered by http://www.wwwizer.com/.


De esta forma, logré apuntar el naked domain para que redirigiera correctamente al alias www.

Finalmente, sin gastar más que $ 485 del dominio, logré tener 50 cuentas de correo y un site decoroso en menos de 10 días.

Mi viaje por Chile (II)

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Santiago es una ciudad con mucho para ofrecer, y en lo que a gastronomía se refiere tiene una variada propuesta, donde se destacan los productos provenientes del mar, la palta, los vinos y el pisco, por nombrar algunos productos.

Vayamos por partes, en cuanto a los mariscos, la verdad que probé unos camarones ecuatorianos exquisitos. Los mismos chilenos te dicen que son superiores a los camarones chilenos. El camarón ecuatoriano tiene mucha pulpa y son muy sabrosos. La verdad que es uno de esos lujitos que uno se puede dar estando afuera y que valen la pena. Deliciosos para comerlos con salsa golf o como parte de distintas comidas.

De los platos más ricos que probé, unos fettuccinis con salsa de camarones (abundantes camarones, y deliciosa salsa) que pedí en Pub Licity un pub/restaurante que quedaba en Av.El Bosque y San Sebastián.

Otro plato buenísimo que probé fue una "pasta italiana" en un pub irlandés (ubicado a una cuadrita del metro de Tobalaba en la calle Encomenderos si no me equivoco) que se llama Flannery's, el cual además de estar ambientado muy lindo, tienen una atención muy buena y hasta donde probé una comida riquísima. Es más pub que restaurante y la carta no es muy grande, pero si pasan tipo a las 6-8 PM tiene terrible onda y laburan a full con sus happy hours, donde la gente que sale de la pega (laburo) pasa a tomarse algo antes de volverse a sus casas.

Les dejo los ingredientes de la pasta que encontré en el mismo sitio del pub, "Fettuccini con pollo, camarones ecuatorianos, zapallo italiano y choclo. Todo exquisitamente mezclado con salsa de chardonnay, merquén (ají ahumado de los mapuches), crema y queso parmesano." ... OJO con el merquén que es un picante muy aromático, pero que si se les pasa la mano te deja ardiendo la boca. :)

En cuanto a la palta, es consumida de una forma tan habitual que sorprende. Todo lo combinan con palta, queres un pancho viene con palta, queres un sandwich ... con palta, un taco? ... adivinaste ... palta, esa verdosa cremosidad se ve por todos lados. Moraleja: Si no te gusta la palta, avisá al pedir la comida, jeje.



Una cosa que no se puede dejar de probar al ir a Chile es el Pisco, realmente recomendable. Si bien existe la discusión entre Chile y Perú por la denominación de origen de la palabra pisco, eso a nosotros eso no nos importa, ya que lo vamos a tomar y no le vamos a pedir la cédula.

Probé el pisco tanto su variedad de Pisco Sour (pisco, limón, clara de huevo, azúcar y hielo) como el Piscola (pisco con bebida cola obvio), los dos muy buenos por cierto. Ahhh.. me olvidaba también probé el Pisco Sour sabor Mango y el de sabor Berries o algo así... tampoco estaban nada mal. Obviamente me tenía que traer una botellita de Alto del Carmen, para prepararme unos un día de estos.

Pero como no solo de palta y pisco vive el hombre, si uno anda con el colesterol bajo y lo quiere disparar a las nubes, podría pedirse un "churrasquito a lo pobre", que de pobre no tiene mucho. La receta es sencilla pero poderosa cual dinamita (huevo frito, papas fritas y en algunos casos panceta frita también). Es para entrarle al mediodía y empezar a rendir tipo 5 o 6 de la tarde, jejej.

Para ir cerrando el capítulo de la comida, que ya me está dando hambre... les dejo dos tips para el postre. La verdad que tengo que admitir que soy un adicto al chocolate en todas sus formas, y en Chile mis descubrimientos favoritos fueron las galletitas Costa con pedacitos de almendras y las tabletas de chocolate con almendras Costanuss también de la marca Costa. En especial estas tabletas son riquísimas, ya que tienen muchísimas almendras. :) Si alguien va a Chile ya sabe lo que puede traerme de regalo.

Continuará ... (si/no/tal vez)

Mi viaje por Chile (I)

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En Noviembre y Diciembre pasado (2008) estuve de viaje por Chile, un país al que hacía mucho quería conocer y del que tenía muy buenos comentarios. Si bien los motivos del viaje eran laborales, pude hacerme un tiempito para conocer un poco.

Mi paso por tierras trasandinas me dejó la satisfacción de conocer un país que cumplió con las expectativas que traía, al que admiraba a la distancia y en el cual realmente no me molestaría vivir o al menos volver a visitar algún día.

Desde un principio me impactaron algunas cosas, la belleza de los paisajes, la ciudad construida en medio de la montaña (que le da un encanto sumamente especial), la limpieza de las calles y no solo en el área residencial donde estaba sino también en el centro. La altura de los edificios, y la maravillosa modernidad de una ciudad que a todas luces muestra que no se queda estancada.




El metro definitivamente es uno de esos iconos de la ciudad que marcan el ritmo con su presencia. Está limpio, bien cuidado y el servicio es de muy bueno para arriba. Una contra de este medio de transporte es sin duda el calor humano (por así decirlo, jeje) que hay sobre todo en las horas pico, donde por momentos puede ser un poco sofocante, principalmente en verano.
Evidentemente cada vez que visito una ciudad que tiene metro me llama la atención ( y esta es la 4ta. ciudad del mundo que visito y donde he viajado en metro) y en cada caso me quedo con la misma idea "Ojala pudiéramos tener metro en Montevideo", aunque ya se que es imposible, esas cosas no pasan en mi país.

Los chilenos me resultaron amigables y serviciales, en términos generales. No creo que nosotros que nos jactamos de ser tan buenos anfitriones con los extranjeros, demos el servicio que recibí en Chile. Me puedo equivocar, pero ... en los lugares donde me atendieron (restaurantes, etc.) casi siempre lo hicieron con mucha amabilidad y buen trato, lo cual no me pasa frecuentemente en Montevideo (un día voy a tener que escribir un post con la recopilación de lugares donde me atendieron mal).



Como nota mala, ya que no todo es rosa, puedo decir que me estafaron en el taxi una noche, con la típica de cambiarte un billete por otro mientras buscaba el cambio. El "amigo" tachero se hizo con un botín de 20 mil pesos chilenos (algo así como 31 U$S por aquellos días). "Por 20 mil pesitos no me voy a ensuciar las manos" ... palabras del caco montado al volante.

Si bien algunos taxis me generaban desconfianza, sobre todo por lo insistentes y porque se arrimaban a ofrecerte sus servicios (rompían las pelotas de lo lindo a veces). Una cosa que me gustaría que hubiera acá es ... que el taxímetro vaya marcando en su display cuanto te va a salir el viaje. NO me refiero a las fichas, sino cuanto te va a salir el viaje en pesos. Vamos, no es tan difícil che!!

Taxi Chileno
Incluso, en Santiago al menos, los taxis especifican el costo de la bajada de bandera y la ficha que son 250$ y de 90 o 100 pesos chilenos cada 200 mts. o 30 segundos creo en el parabrisas.


Continuará ...

Cualquier semejanza con la realidad...

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... seguramente no sea pura coincidencia! ;)

Después de más de un mes sin escribir nada he vuelto para compartir algo de humor, sátira, más humor, historietas de mega-corporaciones que no dan la talla y puros proyectos bicicleta. Ya entenderán de que hablo. ;)

Un buen día mi espíritu inquieto se junto con mis habilidades supernaturales de búsqueda de loqueseteocurrabuscaralasdosdelamañana en la web, y encontré una joyita llamada "Fuckowski: memorias de un ingeniero".

Es la obra prima de un escritor/ingeniero español que se llama Alfredo de Hoces. Resulta que este amigo además de estar involucrado en el fabuloso mundillo de la tecnología, también tiene una veta artística y humorística, la cual lo ha llevado a desarrollarse como escritor.



La verdad es que todos los cuentos que leí son buenísimos, te hacen reír muchísimo y acordarte de situaciones y personajes de la vida real. Seguramente en más de uno se van a ver reflejados, o van a recordar alguna situación vivida en sus trabajos. Las que a mí más que gustaron son: La delgada línea marrón, Proyecto bicicleta (una verdadera joyita), Teddybear Consulting (la que comparto abajo) y Bailando con ratas.

Para quienes quieran descargarse el libro en formato PDF pueden hacerlo gratuitamente desde el siguiente link.

Voy a compartir ahora un fragmento de uno de los cuentos para que hagan boca.

Teddybear Consulting

...

Hemos facturado. Nosotros. La corporación. Ya no hay más yo, ahora sólo hay nosotros. El plural corporativo. “Yo curro, tu curras, él cobra, nosotros facturamos, vosotros facturáis, ellos viven de puta madre”. Y todos tan contentos.
¿Cómo se las apañan estas grandes compañías para tener a la mayoría de sus empleados trabajando sin hora de salida, muchas veces de lunes a domingo, con salarios inicialmente míseros que crecen bastante más despacio que el stress, y aun así autosatisfechos, corporativizados y mineralizados? ¿Drogas, hipnosis? ¿Método Ludovico, Habitación 101?
No. No es necesario. Sólo se necesita aplicar el principio de la corporación americana: tratar al empleado como si fuese un cliente. ¿Y cómo se trata al cliente? Encendamos un momento el televisor: “con tu móvil Cadena hoy ya eres un poco más libre… Hostias padre Benito ¿A ti cuántas te daban?… Mecheros Inmolator, la chispa de la vida…”
Efectivamente. Al cliente se le trata como si fuese gilipollas; al empleado también. Y funciona. Funciona de maravilla…

Viernes, 8:45 AM, Oficinas de Teddybear Point Consulting. Director técnico al teléfono con un cliente.

[director] ¿¡¡MESAS!!? No, no, de mesas nada. Si lo que queréis son mesas las compráis en Ikea. Nosotros lo que os ofrecemos son superficies cuadrúpedas de despliegue y explotación compatibles dot NET y J2EE, con sistema de sincronización de filostros y derivación de forlayos. ¿Que no necesitáis tanta tecnología? Bueno, no es eso lo que piensa vuestra competencia. No sabes la que se avecina en el sector… créeme, nuestros últimos análisis indican que en tres meses todo modelo de negocio que no contemple la derivación de forlayos en sus superficies cuadrúpedas va a quedar obsoleto. No querréis quedaros fuera, no… Sí, sí, exactamente… considéralo una inversión a medio plazo. Invertir en forlayos es posicionarse en el mercado del mañana. ¿Para el lunes? Sí, no te preocupes, te mando a nuestro mejor analista… Okey. Hasta pronto.

Colgó el teléfono y accionó el intercomunicador:

[director] Maika, buenos días, hazme un favor: llámame al despacho a algún Junior con la hora de overtime a menos de 15 euros. Si, ahora mismo. Gracias.

...


Si quieren saber como termina la historia, les recomiendo que se den una vuelta por el sitio y lean todos los cuentos, se van a divertir. :)

Hasta la próxima, y después que lo lean, pasen por acá a dejar su comentario.

Peopleware: más qué un libro

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Hace algo más de un año me encontré por causalidad con un libro el cuál me dio varias respuestas para algunas situaciones que por aquel entonces me empezaban a inquietar.

Usualmente no me gusta mucho leer (por el tiempo que me toma, jeje), pero algo me llamo la atención de este libro, del cual la lectura además de interesante me resultó sumamente amena. A medida que lo iba leyendo, me fue conquistando y haciendo darme cuenta de varias cosas, que veía a diario pero no lograba entender porqué tenían que ser así.

El libro se llama “Peopleware: Productive projects and teams
” y sus autores son Tom Demarco y Timothy Lister. Si bien fue escrito originalmente en 1987 (y reeditado en 1999), se mantiene absolutamente vigente luego de más de 20 años.

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El libro es una recopilación de historias de dos project managers con muchos años de experiencia, que después de varios proyectos fallidos resumieron en este libro lo que a su entender son algunas de las causas más comunes para que los proyectos fallen. Un punto interesante es que ellos mismos admiten haber cometido esos errores que ahora intentan dejar como lecciones aprendidas para quienes lean el libro.

Una de las conclusiones más importantes a la que llegan los autores, es que los proyectos que fallan, rara vez lo hacen por problemas de índole tecnológico, sino que por lo general son de naturaleza humana (en el más amplio sentido, problemas internos de equipo, falta de motivación, desencanto con jefes o clientes, altos índices de deserción/rotación/renovación de personal, etc.). Sin embargo, en la mayoría de los casos, aquellas personas que están a cargo de identificar y dar soluciones a estos asuntos, rara vez le dan la prioridad que el tema requiere, ya sea porque les resulta más fácil atacar los factores tecnológicos que los humanos o también porque no están preparados para lidiar con estas cuestiones.

En los siguientes posts, voy a ir adentrándome un poco más en detalle en algunos capítulos del libro.

Desde ya, para quienes no lo han leído, se los recomiendo ampliamente, incluso si dentro de sus responsabilidades no está la de gestionar equipos o liderar proyectos.

Quizás a alguno como a mí, le sirva para darse cuenta que “
Viena está a la vuelta de la esquina”, y que es fundamental encontrar un lugar donde “se supone que sea divertido trabajar”, ya que pasamos muchisimas horas fuera de nuestras casas, como para que todavía la pasemos mal.

Si no entendieron las frases que utilicé en el último párrafo, ya vendrá la explicación en los próximos posts.

Me gustaría que aquellos que sí leyeron el libro comenten y compartan sus impresiones del mismo. Para mi sin duda alguna, más que un simple libro ha significado un manifiesto de lo que quiero y lo que no quiero para mi día a día laboral.

Desde ya, gracias por leer.

Connecting the dots

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Después de algun tiempo que lo había encontrado por internet, hoy volví a ver el discurso que dió Steve Jobs (CEO de Apple) en la universidad de Stanford. Para quienes no lo han visto y/o leído se los recomiendo, es una historia asombrosa, enriquecedora y sin duda alguna muy motivante.

Vale la pena que se tomen los 15 minutos que dura el discurso para escucharlo y pensar un poco en las cosas que dice. Seguramente si le prestan atención, cuando terminen los va a hacer reflexionar y van a quedarse con un mensaje bien interesante que en algun momento les puede servir.

A mí por lo pronto me sirvió para darme cuenta de un montón de cosas, y reafirmar que si bien puedo cometer muchísimos errores, estoy transitando el camino correcto.

Lo comparto con subtitulos en español para quienes no se manejan bien con el ingles.


A Continuación la transcripción en ingles:

This is the text of the Commencement address by Steve Jobs, CEO of Apple Computer and of Pixar Animation Studios, delivered on June 12, 2005.

I am honored to be with you today at your commencement from one of the finest universities in the world. I never graduated from college. Truth be told, this is the closest I've ever gotten to a college graduation. Today I want to tell you three stories from my life. That's it. No big deal. Just three stories.

The first story is about connecting the dots.

I dropped out of Reed College after the first 6 months, but then stayed around as a drop-in for another 18 months or so before I really quit. So why did I drop out?

It started before I was born. My biological mother was a young, unwed college graduate student, and she decided to put me up for adoption. She felt very strongly that I should be adopted by college graduates, so everything was all set for me to be adopted at birth by a lawyer and his wife. Except that when I popped out they decided at the last minute that they really wanted a girl. So my parents, who were on a waiting list, got a call in the middle of the night asking: "We have an unexpected baby boy; do you want him?" They said: "Of course." My biological mother later found out that my mother had never graduated from college and that my father had never graduated from high school. She refused to sign the final adoption papers. She only relented a few months later when my parents promised that I would someday go to college.

And 17 years later I did go to college. But I naively chose a college that was almost as expensive as Stanford, and all of my working-class parents' savings were being spent on my college tuition. After six months, I couldn't see the value in it. I had no idea what I wanted to do with my life and no idea how college was going to help me figure it out. And here I was spending all of the money my parents had saved their entire life. So I decided to drop out and trust that it would all work out OK. It was pretty scary at the time, but looking back it was one of the best decisions I ever made. The minute I dropped out I could stop taking the required classes that didn't interest me, and begin dropping in on the ones that looked interesting.

It wasn't all romantic. I didn't have a dorm room, so I slept on the floor in friends' rooms, I returned coke bottles for the 5¢ deposits to buy food with, and I would walk the 7 miles across town every Sunday night to get one good meal a week at the Hare Krishna temple. I loved it. And much of what I stumbled into by following my curiosity and intuition turned out to be priceless later on. Let me give you one example:

Reed College at that time offered perhaps the best calligraphy instruction in the country. Throughout the campus every poster, every label on every drawer, was beautifully hand calligraphed. Because I had dropped out and didn't have to take the normal classes, I decided to take a calligraphy class to learn how to do this. I learned about serif and san serif typefaces, about varying the amount of space between different letter combinations, about what makes great typography great. It was beautiful, historical, artistically subtle in a way that science can't capture, and I found it fascinating.

None of this had even a hope of any practical application in my life. But ten years later, when we were designing the first Macintosh computer, it all came back to me. And we designed it all into the Mac. It was the first computer with beautiful typography. If I had never dropped in on that single course in college, the Mac would have never had multiple typefaces or proportionally spaced fonts. And since Windows just copied the Mac, its likely that no personal computer would have them. If I had never dropped out, I would have never dropped in on this calligraphy class, and personal computers might not have the wonderful typography that they do. Of course it was impossible to connect the dots looking forward when I was in college. But it was very, very clear looking backwards ten years later.

Again, you can't connect the dots looking forward; you can only connect them looking backwards. So you have to trust that the dots will somehow connect in your future. You have to trust in something — your gut, destiny, life, karma, whatever. This approach has never let me down, and it has made all the difference in my life.

My second story is about love and loss.

I was lucky — I found what I loved to do early in life. Woz and I started Apple in my parents garage when I was 20. We worked hard, and in 10 years Apple had grown from just the two of us in a garage into a $2 billion company with over 4000 employees. We had just released our finest creation — the Macintosh — a year earlier, and I had just turned 30. And then I got fired. How can you get fired from a company you started? Well, as Apple grew we hired someone who I thought was very talented to run the company with me, and for the first year or so things went well. But then our visions of the future began to diverge and eventually we had a falling out. When we did, our Board of Directors sided with him. So at 30 I was out. And very publicly out. What had been the focus of my entire adult life was gone, and it was devastating.

I really didn't know what to do for a few months. I felt that I had let the previous generation of entrepreneurs down - that I had dropped the baton as it was being passed to me. I met with David Packard and Bob Noyce and tried to apologize for screwing up so badly. I was a very public failure, and I even thought about running away from the valley. But something slowly began to dawn on me — I still loved what I did. The turn of events at Apple had not changed that one bit. I had been rejected, but I was still in love. And so I decided to start over.

I didn't see it then, but it turned out that getting fired from Apple was the best thing that could have ever happened to me. The heaviness of being successful was replaced by the lightness of being a beginner again, less sure about everything. It freed me to enter one of the most creative periods of my life.

During the next five years, I started a company named NeXT, another company named Pixar, and fell in love with an amazing woman who would become my wife. Pixar went on to create the worlds first computer animated feature film, Toy Story, and is now the most successful animation studio in the world. In a remarkable turn of events, Apple bought NeXT, I returned to Apple, and the technology we developed at NeXT is at the heart of Apple's current renaissance. And Laurene and I have a wonderful family together.

I'm pretty sure none of this would have happened if I hadn't been fired from Apple. It was awful tasting medicine, but I guess the patient needed it. Sometimes life hits you in the head with a brick. Don't lose faith. I'm convinced that the only thing that kept me going was that I loved what I did. You've got to find what you love. And that is as true for your work as it is for your lovers. Your work is going to fill a large part of your life, and the only way to be truly satisfied is to do what you believe is great work. And the only way to do great work is to love what you do. If you haven't found it yet, keep looking. Don't settle. As with all matters of the heart, you'll know when you find it. And, like any great relationship, it just gets better and better as the years roll on. So keep looking until you find it. Don't settle.

My third story is about death.

When I was 17, I read a quote that went something like: "If you live each day as if it was your last, someday you'll most certainly be right." It made an impression on me, and since then, for the past 33 years, I have looked in the mirror every morning and asked myself: "If today were the last day of my life, would I want to do what I am about to do today?" And whenever the answer has been "No" for too many days in a row, I know I need to change something.

Remembering that I'll be dead soon is the most important tool I've ever encountered to help me make the big choices in life. Because almost everything — all external expectations, all pride, all fear of embarrassment or failure - these things just fall away in the face of death, leaving only what is truly important. Remembering that you are going to die is the best way I know to avoid the trap of thinking you have something to lose. You are already naked. There is no reason not to follow your heart.

About a year ago I was diagnosed with cancer. I had a scan at 7:30 in the morning, and it clearly showed a tumor on my pancreas. I didn't even know what a pancreas was. The doctors told me this was almost certainly a type of cancer that is incurable, and that I should expect to live no longer than three to six months. My doctor advised me to go home and get my affairs in order, which is doctor's code for prepare to die. It means to try to tell your kids everything you thought you'd have the next 10 years to tell them in just a few months. It means to make sure everything is buttoned up so that it will be as easy as possible for your family. It means to say your goodbyes.

I lived with that diagnosis all day. Later that evening I had a biopsy, where they stuck an endoscope down my throat, through my stomach and into my intestines, put a needle into my pancreas and got a few cells from the tumor. I was sedated, but my wife, who was there, told me that when they viewed the cells under a microscope the doctors started crying because it turned out to be a very rare form of pancreatic cancer that is curable with surgery. I had the surgery and I'm fine now.

This was the closest I've been to facing death, and I hope its the closest I get for a few more decades. Having lived through it, I can now say this to you with a bit more certainty than when death was a useful but purely intellectual concept:

No one wants to die. Even people who want to go to heaven don't want to die to get there. And yet death is the destination we all share. No one has ever escaped it. And that is as it should be, because Death is very likely the single best invention of Life. It is Life's change agent. It clears out the old to make way for the new. Right now the new is you, but someday not too long from now, you will gradually become the old and be cleared away. Sorry to be so dramatic, but it is quite true.

Your time is limited, so don't waste it living someone else's life. Don't be trapped by dogma — which is living with the results of other people's thinking. Don't let the noise of others' opinions drown out your own inner voice. And most important, have the courage to follow your heart and intuition. They somehow already know what you truly want to become. Everything else is secondary.

When I was young, there was an amazing publication called The Whole Earth Catalog, which was one of the bibles of my generation. It was created by a fellow named Stewart Brand not far from here in Menlo Park, and he brought it to life with his poetic touch. This was in the late 1960's, before personal computers and desktop publishing, so it was all made with typewriters, scissors, and polaroid cameras. It was sort of like Google in paperback form, 35 years before Google came along: it was idealistic, and overflowing with neat tools and great notions.

Stewart and his team put out several issues of The Whole Earth Catalog, and then when it had run its course, they put out a final issue. It was the mid-1970s, and I was your age. On the back cover of their final issue was a photograph of an early morning country road, the kind you might find yourself hitchhiking on if you were so adventurous. Beneath it were the words: "Stay Hungry. Stay Foolish." It was their farewell message as they signed off. Stay Hungry. Stay Foolish. And I have always wished that for myself. And now, as you graduate to begin anew, I wish that for you.

Stay Hungry. Stay Foolish.

Thank you all very much.

Source: Stanford News Service

Gran inauguración gran ...

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Que se esperaban?, en serio estaban esperando una gran inauguración a un espacio público virtual y absolutamente intrascendente?, permitanme que me ria en vuestras caras. :)

Bueno, hablando en serio... simplemente creo este espacio como mucha gente para expresarme, compartir, enseñar y aprender.

En este espacio, la idea será hacer una recopilación de cosas que yo considero interesantes, divertidas, o simplemente cosas que quiero compartir con alguien más.

En definitiva, este no deja de ser un espacio más de comunicación al igual que muchos que se encontrarán en internet, mi proposito es divertirme, disfrutarlo y si alguien más se cuelga mucho mejor.

Disfruten su estadía en mi blog, y aporten ... es lo mejor que pueden hacer.

Saludos y gracias!